La tradición indica que deben evitarse el día de la boda, pero pueden ser un accesorio fantástico que hagan relucir la belleza de la novia.
Seguramente has escuchado que una novia no puede utilizar perlas el día de su boda, esto se debe a la creencia de que las perlas representan lágrimas, por lo que si las utilizas atraerás la tristeza a tu matrimonio. Sin embargo, parecen el complemento perfecto para las novias, ya que combinan divinamente con los vestidos.
Tradicionalmente, las perlas tienen un simbolismo de amuletos de protección y se cree que atraen la buena suerte, asimismo representan inocencia y pureza debido a su aspecto delicado. Así que si no estás segura respecto a llevarlas ese día especial ten en cuenta lo que representan fuera de las creencias nupciales. A continuación te contamos un poco más acerca de estas joyas.
Las perlas son piedras preciosas que tienen un origen orgánico, principalmente se clasifican en dos tipos: las naturales y las cultivadas. Como su nombre lo indica las cultivadas tienen su origen a través de la intervención humana. Este tipo es el que se comercializa, ya que es muy difícil conseguir perlas naturales. El valor de una perla se estima a partir de factores como el estado de la superficie de la misma, el lustre que posee, así como el tamaño, el color y la forma.
Otra cosa que debe considerarse respecto a estas joyas marinas es el lugar de procedencia y el tipo de agua en la que fueron cultivadas. En el caso de las cultivadas en agua salada suelen provenir principalmente de Japón, aunque nuestro país también cuenta con sus propias granjas de cultivo en el Golfo de México.
Las llamadas perlas mabe tienen una forma semiesférica y generalmente su tamaño oscila entre los 10 y 17 milímetros. Mientras que las australianas, también conocidas como de los mares del sur, tienen un tamaño ligeramente más grande, llegando hasta los 20 milímetros.
Las perlas cultivadas en agua dulce tienen más variedad, pero son menos lustrosas que las de agua salada. De este tipo las más valiosas son las redondas, ya que son simétricas, las medidas de estas suelen ser entre 4 y 9 milímetros. Las semi-redondas suelen tener un tamaño aproximado a las del tipo anterior con la diferencia de que no son completamente esféricas.
Por otro lado, las de botón son simétricas, pero ligeramente planas, este tipo generalmente son las que se usan para las pulseras y collares, por lo que su tamaño va de los 4 a 10 milímetros. También existen perlas planas que son llamadas coin debido a su forma y suelen medir entre 10 a 12 milímetros.
Igualmente, existen perlas con un aspecto alargado a las que se les conoce como stick y llegan a medir hasta 22 milímetros. Asimismo, el tipo de grano de arroz, que como su nombre lo indica tiene la figura de esta semilla, mientras que la barroca posee una figura irregular y asimétrica.
Aunque se trata de una creencia que ha pasado de generación en generación, y puede parecer una regla escrita, no hay razón para evitarlas si te interesa llevarlas en tu boda. Antiguamente, los griegos portaban las perlas cuando había matrimonios, ya que consideraban que atraía buenas energías para el matrimonio, por lo que también eran relacionadas con el amor.
Puedes incluir las perlas como accesorios que complementen tu vestido, ya sea en aretes o collares, también puedes incluirlas en tu peinado o bien en el mismo vestido e incluso en el velo.
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